Sobre el proyecto
Plastibistak
En Zarautz venimos trabajando desde hace años para combatir los plásticos de un solo uso. Bajo la máxima de “pensar global y actuar local” hemos realizado diversas campañas contra el plástico de un solo uso. Deseamos que Zarautz sea un municipio lo más “plastic free” posible.
Echando la vista atrás, la primera de las campañas realizadas al respecto fue #traolan , #enred. Entre varios agentes significados en este campo de la lucha contra los plásticos de un solo uso, tales como Surfrider, Mater Museoa o Ternua y Eko Rec reunidos junto a Emaús aportábamos diversos ángulos de un mismo problema: el producido por los plásticos en el mar. Hicimos el trabajo de campo limpiar la playa con alumnado y una intervención de educación ambiental en el mercado con una exposición sobre reutilización, reciclaje, limpieza del mar….
Se sortearon diversos carritos de compra de sindesperdicio, la marca de upcycling que aprovecha los residuos de banderolas publicitarias, una vez que han finalizado su vida útil.
Para divulgar otro problema que tiene que ver con el impacto de fibras plásticas en el mar se realizó la KANTAURI FEST. Se trató de un desfile de moda sostenible. Y es que cada vez más nos vestimos con plástico, con derivados del petróleo. Y el impacto que tanto la producción como el lavado de estas prendas genera en el mar es brutal. La fundación Ellen McArthur describe que se liberan 500,000 toneladas anuales de estas fibras minúsculas, para una producción de 53 millones de toneladas de textil. Cada vez que ponemos la lavadora se produce un fenómeno invisible demoledor y es que con cada desagüe millones de microfibras se liberan, muchas de las cuales acaban llegando al mar. Muchos seres vivos marinos confunden las microfibras con plancton y se alimentan de ellos. Así llegan de vuelta los microplásticos hasta la cadena trófica, hasta nuestras mesas.
Durante la pandemia se han generado alrededor de 8,4 millones de toneladas de residuos plásticos en 193 países hasta el 23 de agosto de 2021. Se estima que alrededor de 25.900 toneladas de estos residuos han acabado en los océanos.
Hasta la fecha vienen llegando al mar, y del mar a la playa un montón de colillas, cuyos filtros también contienen plásticos. Un severo problema ambiental al que se le sumó durante la pandemia, las mascarillas que acaban en el suelo. Porque lo que acaba en el suelo es arrastrado por la lluvia y va por los sumideros de aguas pluviales desde donde sin tratamiento previo, van a parar al mar. Es por ello, por lo que se colocaron 250 placas en las alcantarillas de la localidad con la leyenda ‘El mar empieza aquí. Por favor, no arrojes nada’. Valga un dato: la humanidad fuma 6 billones de cigarros al año y, según los cálculos, de estos cigarros 4,5 billones de colillas terminan en la naturaleza.
Como sabéis, seguimos sumando año tras año la implicación desde la concejalía de Medio ambiente y agenda escolar con este grave problema medioambiental que, según personas expertas, al ritmo actual, en 2050 puede haber más plásticos que peces en los océanos.
En la actualidad, la cantidad de plásticos existente es enorme. Cada uno de ellos tiene unas propiedades y aplicaciones específicas. En general, se puede decir que los plásticos son más ligeros que los metales y es mucho más fácil darles forma, manteniendo una resistencia a las deformaciones aceptables. Por ello, la tendencia actual es la sustitución de los materiales naturales utilizados hasta ahora, tales como madera, metales, etc., por plásticos. Se calcula que puede tardar entre 100 y 1000 años en degradarse dependiendo del tipo de plástico. Desde que empezamos a utilizar plástico, hace poquitos años, hemos empleado unos 8.000 millones de toneladas métricas de las cuales 5.700 se han convertido en residuos. Un 79%, 4.900 millones de toneladas están abandonadas en la naturaleza o deposita das en vertederos. El 12%, 800 millones de toneladas han sido incineradas y solo un 9%, 600 millones de toneladas, se han reciclado.