Conclusión
Susana regenta tres cafeterías en Zarautz y una de las acciones que realiza para reducir el plástico, es ofrecer a los clientes que trabajan en los alrededores el servicio de que lleven su taza a la cafetería a cambio de no utilizar el plástico. Ella cree que los plásticos de un solo uso no deberían estar permitidos, ya que no es razonable, ni coherente en su opinión. Además, ve una situación insostenible en los mares y sobre todo, en la playa de Zarautz. Afirma que cada uno tiene que saber cuales son las acciones consecuentes a realizar, que no se puede echar la culpa a los de arriba. Susana cree que es importante ser consciente del problema y aunque pensar en los plásticos le genere rabia, ve un futuro esperanzador protagonizado por las generaciones que vienen por detrás.